¿Tienes ganas de una casa animada? ¡Atrévete con el verde!
Anís, pino, menta al agua o fluor... Este color en el que pocas veces se piensa aporta un toque natural y fresco.
Existe una multitud de tonos de verde: oliva, anís, esmeralda, salvia,
botella... El verde es un color directamente ligado a la naturaleza y todos sus
tonos, numerosos y variados, reflejan los elementos naturales y cotidianos:
¡plantas, mundo marino, frutas o verduras! Este color es, por lo tanto,
“naturalmente” símbolo de crecimiento, de vida y de armonía... Es por lo que el
verde se considera como un color positivo, que inspira la paz y la convivencia.
Para dar un toque de frescor estival y conseguir
que tu habitación tenga un espíritu vacacional, nada mejor que mezclar varios
tonos de verde. Opta por una pintura “verde anís” en las paredes de la cocina: y
favorecerás tu creatividad y darás a la estancia un efecto único de limpieza. Cuidado: antes de pintar el salón de verde, acuérdate de las largas noches de
invierno... Este color, particularmente estival, te cansará en cuanto el sol se
haya metido.
Igualmente se puede crear un ambiente nostálgico y
“retro” optando por el verde pastel, el verde botella y el verde oliva. Estos
tonos son especialmente apreciados para pintar las habitaciones que necesitan
suavidad, como los cuartos de baño o los dormitorios.
El verde se considera como un color que apacigua y
estimula, confiriendo al conjunto un espíritu ecologista. Para crear una
estancia dinámica, opta por el verde anís, el verde “lima” o incluso el verde
eléctrico, si no tienes miedo al efecto “futurista”.
Si bien encontramos todas las cualidades a los tonos claros y vivos, el
verde oscuro no arrastra tantos sufragios. Es un color fuerte y bastante
sombrío que hay que manejar con precaución en un interior poco
luminoso. El verde pino se aprecia particularmente por su elegancia y su
originalidad en un salón o en un dormitorio, ya que permite crear una atmósfera
muy chic, que tienes que mezclar obligatoriamente con materiales ligeros y
tonos luminosos para no asfixiar el espacio: blanco, gris claro, plata,
botella...
Truco: Acuérdate de multiplicar los espejos en una habitación verde oscuro, agrandarán el espacio favoreciendo los juegos de luz.
Truco: Acuérdate de multiplicar los espejos en una habitación verde oscuro, agrandarán el espacio favoreciendo los juegos de luz.
Mezclar el verde claro con el verde oscuro, el
verde anís con el verde menta al agua... para conseguir una sensación de
frescor natural, ¡todo está permitido! Pero, ¿con qué colores combinar el verde
para que pegue mejor? Rosa, rojo, violeta, naranja, amarillo, azul... Para
conseguir un efecto “cool” sirven todos estos vivos colores: de ti depende
encontrar un equilibrio. Con el crema o el gris, el verde se vuelve elegante y
sobrio, mientras que el blanco aportará a estancias como el cuarto de baño o la
sala de estar un efecto realmente suave y relajado.
Combinan bien con un sinfín de colores, todo depende
del efecto que queramos conseguir. El verde oliva con marrón o con morado
resulta muy elegante, el pistacho con amarillo o naranja, muy alegre. El
manzana con rojo, muy vivaz. El aguacate, va muy bien con el chocolate. Todos
ellos combinan muy bien con el gris.
Son aptos para cualquier estancia de la casa, desde un dormitorio principal, en un oliva muy seco y con complementos en blanco y morado.
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