El uso del papel pintado en decoración
Quizás estéis sintiendo que las paredes de vuestra
casa están tristes y apagadas, y no sabéis cómo darles un tono más vivo y
diferente. La elección de un papel pintado es todo un arte que cuesta manejar,
si lo que se busca es darle un toque más armonioso al hogar.
Es importante tener muy claro qué habitación de la
casa es la que se quiere cambiar de color, y esto pensarlo muy bien antes de
comprar el papel. ¿Os parece que la habitación es demasiado grande? ¿Es demasiado
estrecha? ¿Le falta intimidad? El papel os permite jugar con el tamaño y la luz
de las habitaciones.
Si pretendéis dar una sensación de mayor amplitud a la
habitación, jugad con los efectos ópticos. Las rayas verticales os permitirán
realzar la altura de las paredes. Las líneas horizontales os darán mayor
profundidad en el espacio.
En una habitación sombría, dad prioridad al papel con
motivos discretos, y a los tonos claros para no sobrecargar las paredes. Los
papeles pintados con reflejos metalizados permiten una mejor circulación de la
luz.
Para hacer que una habitación sea más íntima, tapizad
las paredes con un papel pintado con motivos gruesos. Este papel podrá
armonizarse con otros elementos decorativos, realzando así las ventanas.
Evitad
el look total, y decantaos más bien por motivos de mayor tamaño, pero en una
sola de las paredes de la habitación.
Los colores os pueden ayudar a realzar una habitación.
Si queréis que la habitación sea más cálida y sofisticada, se recomienda la
utilización de contrastes con colores vivos.
Se desaconseja la utilización de un papel pintado con
motivos gruesos en una habitación sobrecargada de muebles. Los motivos se
dejarían comer por los muebles, ofreciendo un aspecto demasiado pesado y
asfixiante.
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