El ABC de la simbología del gris
Color del polvo, del cielo amenazador, de la niebla...
Aunque el gris tiene una connotación así de negativa en la sociedad occidental,
en Oriente sucede todo lo contrario: es el símbolo de la serenidad y la
sabiduría. A los hinduistas, les recuerda al color del humo del incienso. Sin
embargo, los prejuicios achacados al gris son muy contemporáneos. En la Edad
Media se lo consideraba símbolo de pureza y esperanza.
Dejando de lado las primeras interpretaciones, el gris aporta bienestar a los interiores. En tonos claro encontramos el gris perla refinado tirando a blanco, el tórtola rosado y el gris lino ligeramente violáceo. En oscuros, el antracita y el pizarra tirando a azul. No hay que olvidar nunca el tradicional gris rata o gris topo.
Las ventajas más chic del gris
Dejando de lado las primeras interpretaciones, el gris aporta bienestar a los interiores. En tonos claro encontramos el gris perla refinado tirando a blanco, el tórtola rosado y el gris lino ligeramente violáceo. En oscuros, el antracita y el pizarra tirando a azul. No hay que olvidar nunca el tradicional gris rata o gris topo.
Las ventajas más chic del gris
>Sobriedad: El gris proporciona una atmósfera tranquila, atemporal. Es un tono relajado que invita a la meditación y se adapta tanto a proyectos sobrios como a entornos donde lo importante es dar valor a los muebles y accesorios decorativos.
>Equilibro: Al ser neutro, los tonos y los colores vivos destacan. Reafirma los colores cálidos y acentúa los fríos. No hay necesidad de abusar de él, uno o dos trozos de paredes son suficientes para que el gris doble su fuerza cromática.
>Chic: El estilo barroco es de obligación y los tonos plata, la tendencia de la temporada pasada. Su simbología lunar y glacial aporta un toque de refinamiento y elegancia. Muéstralo en pequeños detalles, sobre todo en accesorios (lámparas, cojines, espejos). Si no eres fan de los destellos, opta por el mate.
¿Con qué colores combinarlo?
Con casi todos. Colores neutros como el beige o el topo. El gris combina con la mayoría de colores, los sublima y se ubica en el centro de la esfera cromática.
>Cocooning: Si lo combinas con colores pastel conseguirás una atmósfera romántica. Si quieres una estancia apacible y coqueta, juega con el rosa palo.
>Elegante: Con un azul oscuro lograrás un ambiente sutil y refinado.
>De moda: Marrón y gris es la combinación más in si quieres sobriedad y naturalidad. Lo natural siempre sirve, pero si quieres algo más vivo prueba con un verde oliva.
>Ambiente acogedor: Si quieres algo más cálido, el wengé es lo más adecuado. Compleméntalo con tonos crema y topo.
>Colores vivos: Uno de los efectos más bonitos los crea el rojo, pues el gris hace que el primero explosione. Y con el violeta el ambiente será muy espiritual. Sin embargo hay una excepción: no asocies el gris oscuro con tonos apagados si no buscas un resultado sombrío y pesado.
¿En qué estancia utilizarlo?
El gris es garantía de un espacio relajado y propicio para el descanso. Por eso resulta muy apropiado para una habitación, por ejemplo. Es un color luminoso en sus tonalidades más claras y actúa muy bien en el comedor, al que le aportará un estilo refinado y sin duda alguna contemporáneo. Su amplia gama de matices armoniza con la mayoría de las estancias. Símbolo del conocimiento, aporta ondas positivas en las oficinas si se combina con toques de color. La filosofía Feng Shui los preconiza en salas en las que se exponen obras de arte.
Pero atención, no caigas en el abuso. Un exceso de gris puede transportarte a un universo apagado y melancólico.
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